El pasado mes de febrero, Fundación Contemporánea presentó los resultados de la consulta anual del Observatorio de la Cultura, correspondiente al cierre del año 2016.
Tal y como señalan en su informe: «El Observatorio de la Cultura es un instrumento para tomar el pulso a algunas de las cuestiones que más puedan interesar al sector en cada momento, creando unos indicadores para analizar tendencias, promoviendo el debate e identificando carencias y oportunidades de actuación.»
Desde 2009 se realiza una consulta anual sobre las distintas áreas culturales a un nutrido grupo de expertos y profesionales para obtener los indicadores que componen el informe.
En los resultados de la consulta del 2016, Málaga aparece en el puesto nº 5 de la clasificación de las ciudades españolas según la calidad e innovación de su oferta cultural, obteniendo los mejores resultados de su historia, a sólo 0,3 puntos de San Sebastián que ocupa el 4º lugar y que en 2016 ha sido Capital Europea de la Cultura.
Sin duda, la oferta cultural se ha incrementado tanto en cantidad como en calidad en los últimos años. A una amplia y variada oferta museística, se han unido una serie de iniciativas tanto públicas como privadas para fomentar y atraer cada vez más actividades e iniciativas culturales.
No es de extrañar que dentro de las 35 primeras instituciones y actividades culturales que señala el ranking, 5 de ellas se encuentren en Málaga.
Sin embargo, y valorando en todo momento muy positivamente el aumento de la calidad y oferta cultural de la ciudad, aún queda algunos aspectos importantes por mejorar.
Por un lado, es necesario que las actividades culturales lleguen a todos los malagueños y no se disfruten únicamente por un público minoritario y por turistas culturales. En este sentido, parece que existe la creencia de que la cultura es sólo para las élites, (incluso se usa el término «cultureta» en tono un tanto despectivo) y por este motivo, es necesario realizar todo tipo de acciones para demostrar a los colectivos menos interesados en la cultura que también hay un espacio para ellos.
Entre otras actuaciones, desde las instituciones públicas se debería dar más visibilidad a los colectivos culturales privados y de menor entidad para que hagan llegar la cultura en cualquiera de sus manifestaciones a todos los ciudadanos, ya que a veces, esos pequeños colectivos tienen un mayor contacto y cercanía con el ciudadano de a pié.
Por otro lado, también es necesario que la ciudad se abra al circuito internacional de ciudades culturales y colabore y participe con otras ciudades y foros internacionales de cultura. Málaga está más que preparada para ser sede de congresos y ferias culturales con participación internacional y seguro que esa interacción e intercambio cultural llevaría a mejorar la propia oferta y gestión de la programación cultural.
Siempre se puede y se debe mejorar, pero por ahora, disfrutemos de ese merecidísimo 5º puesto.